El Atlético de Madrid consiguió una victoria de oro en Atenas contra el Panathinaikos. Así, tiene una ventaja enorme, de cara al partido de vuelta y ya puso un pie dentro de la fase de grupos de la Champions League.

¿Los goles? Sudamericanos, como siempre. Abrió la cuenta Maxi Rodríguez, mientras que completaron Diego Forlán y el 'Kun' Aguero, con un golazo. El Aleti demostró estar a la altura de las circunstancias. Fue una fiesta rojiblanca.

El Atlético apostó a su formación habitual. Con Paulo Assunçao en la lucha del centro del campo, Raúl García y Simao se desplegaron bien abiertos por las bandas. Así, Agüero y Forlán se mantuvieron al constante acecho. Mientras tanto, el Panathinaikos apostó con una propuesta demasiado mezquina, si se tiene en cuenta que debía salir a buscar el resultado. Djibril Cisse fue el único delantero que ofreció el planteo de Ten Cate. Los nervios se percibieron desde los primeros minnutos del partido.

La trascendencia de la eliminatoria es tal, que el más mínimo error puede llegar a arruinar uno de los principales objetivos de las temporadas de ambos. Por eso, los primeros 20 minutos explicaron cómo cada uno de los 22 protagonistas se encargaba de evitar las fallas y quitarse la responsabilidad de encima. Hubo un claro abuso del juego aéreo, mientras que las sociedades permanecían ausentes. Así, se llegó a las primeras jugadas de peligro. El holandés Heitinga se animó a cruzar la mitad del campo y lanzó un buen centro raso a la figura de Simao, quien quiso disparar de primera y vio como el balón se le escurría entre las piernas.

Luego, hubo tiempo para que se lucieran los porteros. Galinovic respondió ante un intento de Raúl García, mientras que Sergio Asenjo, quien debutaba oficialmente, se iluminó en la noche griega para frustrar a Cisse. Así, el Atlético comenzó a bajar el ritmo del partido y dispuso del dominio del balón, que luego sería un factor fundamental, en el desarrollo de la primera mitad. El gol de Maxi Rodríguez fue el empujón necesario que precisaba el equipo español en la primera parte. El centrocampista aportó un nuevo granito de arena para recuperar la confianza de Abel y realizó una mitad inicial ejemplar.

Sin embargo, el Aleti se durmió en los primeros instantes de la segunda mitad y permitió que Salpingidis igualara el encuentro. Entonces, apareció el punto clave del partido. El Atlético apenas sintió el golpe del empate. De hecho, mantuvo la tranquilidad en el juego y persistió con su fidelidad al planteo propuesto por Abel.El tanto de Forlán sirvió para recuperar la sonrisa y el golazo de Agüero, para terminar de deslumbrarse con la inmensa capacidad ofensiva del equipo. El Panathinaikos acortó distancias gracias al orgullo del argentino Sebastián Leto, pero la diferencia futbolística entre ambos equipos fue abismal.El Aleti se llevó un triunfo inmenso de Atenas y ya puede empezar a saborear la fase de grupos de la Champions League. Definitivamente, jugó como un grande del continente.

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